Prensa

 Revista Vanidades. 2011







¿Cualés son las tres principales dietas que demuestras beneficios a la salud y que al mismo tiempo ayudan a perder peso?

Siempre me inclino hacia las dietas graduales y equilibradas en las que la persona aprenda a comer, que cambie unos hábitos por otros más saludables y sobre todo que aprenda a escuchar a su cuerpo que es el que le va a indicar si lo que hace es adecuado para su caso o no. Las dietas que me parecen más interesantes son las que se enmarcan dentro de una filosofía ancestral como el ayurveda, la macrobiótica, el naturismo….Tienen una visión holística de la persona, es decir que la ven en su conjunto, de una forma integral.
En cuanto a las dietas modernas, me quedo con la dieta de la zona. Pienso que es equilibrada, y que ofrece lo que se busca: perder peso sin pasar hambre ni ansiedad y de forma gradual.

¿Qué características debe tener un régimen alimentario para considerarse efectivo?
Que sea equilibrado y altamente nutritivo, que aporte un buen nivel de energía a lo largo del día y que consiga un peso estable que se mantenga en el tiempo.
Por eso las dietas de shock resultan contraproducentes, se baja muy rápido pero no se puede sostener y luego la dificultad está en lo que viene después, en el mantenimiento.
Tampoco me gustan las dietas que bajan radicalmente los carbohidratos o las grasas, o las que aumentan enormemente las proteínas; o las que cuentan calorías….Es mucho más importante mantener el equilibrio del azúcar en sangre y tener en cuenta el origen de las grasas, de los carbohidratos y de las proteínas.

De las tres dietas que mencionas, ¿qué aporta cada uno y a qué se debe que sean eficientes?
Todas huyen de los alimentos industrializados, manipulados y con sustancias químicas. Tienen bastantes similitudes como buscar el equilibrio tanto en lo físico como en lo emocional, lo mental y lo espiritual. Siguiendo adecuadamente algunas de estas dietas de carácter natural, difícilmente tengamos ataques de ansiedad que es lo que lleva al desorden y al aumento de peso.

¿Una dieta debe convertirse en un hábito o simplemente es un apoyo para perder de peso?
Cuando se lleva una dieta adecuada nutricionalmente donde el cuerpo obtiene todo lo que necesita, el peso se estabiliza solo. No hemos de hacer un régimen para perder peso sino que hemos de aprender a comer para que él mismo se regularice.

¿Cuáles son las razones por las que una dieta no surte efecto?
A veces es por el planteamiento dietético como buscar resultados óptimos a corto plazo. Hay personas que quieren adelgazar YA mismo sin aprender, sólo con el interés puesto en el resultado rápido. A nadie se le ocurre correr una maratón si una preparación previa, y en el caso de la alimentación pasa lo mismo, hay que ir adaptándose poco a poco a los cambios y comprender por qué se hacen.. Con paciencia y constancia se consiguen las metas.

¿Podrías darnos algunos tips para hacer más sencilla la iniciación en una dieta?


Primero que nada para mí es muy importante hacer una buena limpieza orgánica antes de iniciar una nueva dieta. Siempre digo que es como querer poner los muebles nuevos sin haber limpiado y pintado antes el lugar.
Proponte metas accesibles y con diferentes timings. Por ejemplo a corto plazo beber más agua, a mediano plazo cambiar los alimentos refinados por los integrales y ecológicos.
Si es posible inicia la dieta con alguien que también quiera mejorar, tu pareja, una amiga, un familiar, así se pueden animar mutuamente.
Complementa la dieta con algo de actividad física desde el inicio, ayudarás a perder toxinas y a capear mejor algún posible episodio de ansiedad.
Piensa en el objetivo que te has propuesto pero sin agobiarte. Sobre todo mantén en la mente que lo que haces es positivo, que es para mejorar.

¿Cuáles son los errores más comúnes que cometemos y que afectan los resultados de las dietas?
Uno es ser muy restrictivos o querer resultados demasiado rápidos. Cada cuerpo tiene su ritmo! Y le hemos de permitir adaptarse a los cambios de manera paulatina. Aquí es donde hemos de trabajar con nuestra mente que es mucho más poderosa que el cuerpo. Otro es estar pendientes de la báscula y ponerse de los nervios cuando no se baja un gramo a pesar de haber cambiado la alimentación. Pueden haber distintas explicaciones para ello y no hay que perder de vista que lo que se busca es mejorar los hábitos; lo otro que es perder lo que nos sobra, ya vendrá.

¿Cómo elegir la que es mejor para nosotros?
Es recomendable acudir a un dietista que valore las posibles dietas que se puedan adaptar a nuestro caso en particular.

¿Hay algunas señales que nos indiquen que la dieta que llevamos no es adecuada para nuestro organismo?
El cuerpo siempre nos “habla” a través de síntomas, a veces pueden ser problemas digestivos (gases, hinchazón abdominal, ardores, estreñimiento), a veces problemas de piel como eccemas, piel reseca, picores; otras veces picores vaginales, fatiga….cualquier situación de no bienestar, es decir cuando no nos sentimos bien, es una señal de desequilibrio que hay que resolver. A veces es un problema de excesos, otras veces de carencias, y muchas veces una mezcla de las dos.

¿Cuál es el tiempo en el que podemos empezar a ver los resultados?

Depende de varios factores, como el organismo de la persona, la actitud, el compromiso que adopte consigo mismo, la paciencia que tenga….Si realmente está dispuesta y pone todo de su parte, en una semana ya se pueden vislumbrar mejoras. Sin embargo al principio de un cambio de dieta es posible que aparezcan síntomas como dolor de cabeza, malestar general, incluso algo de estreñimiento, pero suele ser un corto período en el que el organismo se está adaptando a los cambios.

Por último, nos podrías ayudar a hacer un régimen de dieta que ayude a perder peso y a sentirse feliz, distinta a las que vienen en tu libro, quizá con alimentos que podamos tener muy a la mano para toda la semana?
Recuerda, primero una limpieza orgánica. Hay preparados a base de plantas depurativas que ayudan a ello. Lo puedes consultar en una tienda de dietética o un herbolario.
Luego es importante seguir por la lista de la compra y la planificación de las comidas. Hazte un plan de comidas para la semana, para la quincena o para el mes, y procura ajustarte a este libreto.
Elimina de tu lista el azúcar blanco, los alimentos procesados (salsas, pastillas de caldo, salchichas, hamburguesas, etc), los refrescos, los embutidos, los snacks de bolsa, los dulces y bollería y el pan blanco.
Provéete de fruta y verdura fresca, quesos frescos, yogur natural, pan integral no industrial, müesli de avena, ciruelas secas, frutos secos al natural (ni fritos ni salados, ni azucarados), huevos ecológicos, aceite de oliva virgen, legumbres y arroz integral. En cuanto a las proteínas, si tomas carnes, prefiere pollo ecológico y pescado azul pequeño (como caballa, sardinas, etc); si eres vegetariano tofu ecológico o seitán.
Bebe zumos naturales combinados como manzana, zanahoria y apio; naranja y zanahoria…Idealmente en el desayuno o a media mañana.
Hazte batidos de yogur natural, unas cucharadas de copos de avena, una o dos nueces y pera. Resulta saciante para cuando hay un episodio de ansiedad.
Bebe una taza de caldo antes de las comidas.
Si sueles tomar café después de las comidas, reemplázalo por infusiones digestivas sin azúcar.
Prefiere la cocción a la plancha, al horno, al vapor o salteado.
No abuses de la sal; cuanto menos, mejor.
Mastica mucho –muchísimo- cada bocado que tomes. No olvides que la digestión comienza en la boca.
Mantén limpios tus intestinos, es fundamental. Has de evacuar cada día










Revista Estar bien. 2011


¿Qué hay de realidad y qué hay de mito cuando se habla de alimentos afrodisíacos?
Antiguamente se hacía una relación sobre sexualidad y alimentos según la forma que éstos tenían. Por ejemplo los aguacates se decía que aumentaban el vigor de la sexualidad masculina por su forma “testicular”(de hecho su nombre significa testículo en lengua nahuatl), del mismo modo que podemos encontrar similitudes con los órganos sexuales en los espárragos, los bivalvos, alcachofas, higos, plátano, pepinos…Ahora podemos saber que independientemente de su forma hay ciertos componentes en algunos alimentos que pueden ser buenas ayudas para la salud sexual, por su riqueza en sustancias como el zinc, la arginina, el selenio, la coenzima Q10, y los ácidos grasos esenciales entre otros.
A causa de su composición, ¿qué comida podría decirse que tiene este tipo de propiedades?
Lo típico son los productos de mar como el marisco, las ostras…(todos ricos en zinc), pero en el mundo vegetal hay también muchos alimentos interesantes como la canela, la avena, la soja, las nueces, el arroz integral, el sésamo, los espárragos, el jengibre….
¿De qué forma produce tal efecto?
Por ejemplo el arroz integral, las nueces y los espárragos son ricos en el aminoácido arginina, que según estudios ayuda a mejorar la función sexual masculina. El sésamo, la espinaca, los cacahuetes y la soja contienen Co Q10 que mejora la producción de energía. Por otro lado los alimentos ricos en zinc pueden estimular la líbido. Pero no hemos de ser tan ingenuos y pretender que comiendo estos alimentos un día vamos a tener una mejor sexualidad. Lo importante es establecer unos hábitos dietéticos correctos y equilibrados, además de controlar el estrés, hacer ejercicio físico, no fumar…
¿Cómo se debe preparar?
Depende de lo que preparemos. Los salteados en wok son interesantes, los alimentos se cuecen justo al punto y desde un punto de vista energético, es un tipo de cocción que moviliza la energía. Los condimentos también son importantes, han de potenciar los sabores
pero sin excederse. Estaría bien un poco de picante a través de la guindilla o el jengibre, un poco de dulzor con la canela o el clavo, un poco de frescor con hierbas, frutas y flores….
No recomendaría hacer carnes, ni queso, ni pasta, ni salsas ni dulces azucarados, algunos porque resultan de digestión pesada y otros porque contienen triptófano, que es inductor a la relajación y al sueño. Para la sexualidad hemos de sentirnos ligeros y propensos a la acción.
¿La presentación de los alimentos puede tener algo que ver en ese efecto afrodisíaco?
Esto es más una cuestión de estética para la ocasión. Lo importante es crear un buen ambiente, escoger un buen menú (ligero pero sabroso), preparar la comida uno mismo con la energía que cada cual le imprime, y luego disfrutar de la compañía.














Diario Clarín (Argentina). 2010



¿A qué se llama comida naturista y cuáles son sus bondades?




El Naturismo es un estilo de vida apoyado por una filosofía en la cual se busca la integración con la naturaleza. De esa manera entendemos que en la cocina naturista se emplean productos que estén lo más cerca posible de su estado natural es decir no procesados, no refinados, no enlatados, carentes de conservantes y aditivos. Procuramos lo fresco, los productos orgánicos y de la temporada, integrales, con cocciones saludables. En cuanto a las bondades, imagínese, la sociedad actual abusa de alimentos sobre los cuales no estamos preparados para su correcta asimilación. Nuestros antepasados eran naturistas puros y duros, se alimentaban con lo que había en el momento, ni siquiera existían los cultivos de cereales para luego poder hacer pan. Y nosotros tenemos esa memoria genética, algo que no se cambia de una generación para otra sino que hacen falta muchos miles de años para que el organismo se adapte a alimentos nuevos. Hay muchos médicos naturistas y naturópatas que creen que ciertas patologías como cánceres, enfermedades cardiovasculares, Alzheimer y otras están relacionadas con el estilo de vida moderno en el cual evidentemente la alimentación ocupa un lugar muy destacado.


¿A qué se denomina comida macrobiótica? ¿y orgánica? 


La comida macrobiótica sigue los principios del Yin-Yang, es decir de fuerzas antagónicas que se complementan para establecer un equilibrio. Es la manera de procurar la armonía tanto en el campo físico como en el mental y el espiritual, porque tanto lo que comemos como la manera de comerlo influye en todos los campos. Además de procurar combinar los alimentos para que energéticamente estén equilibrados, también se busca que los ingredientes sean lo más natural posible, que los alimentos se mastiquen muchísimo, que el entorno en el que se coma sea agradable y armónico. Si me pregunta cuál es el beneficio de la comida macrobiótica le respondo que cualquier alternativa alimenticia que procure la calma y el equilibrio en este mundo tan desestabilizado, ha de ser bienvenido.
En cuanto a los alimentos orgánicos, son aquellos que no han recibido tratamientos químicos en su proceso de siembra o de cultivo, con lo cual se respeta al medio ambiente, a la persona que trabaja la tierra y por supuesto al consumidor. No debería haber otro tipo de agricultura!, no sólo porque no necesitamos añadir más productos contaminantes a nuestros organismos de los que ya tomamos por ejemplo del aire, sino porque los suelos tratados químicamente son pobres en minerales, y se supone que consumimos vegetales porque son fuente de vitaminas y minerales….


Hoy hay muchísimos restaurantes que ofrecen estas opciones. ¿Qué ventajas presentan con respecto a los convencionales?


Somos lo que comemos, no hay duda alguna, por eso creo que hay que buscar opciones que vayan a favor del organismo, con ingredientes naturales y que signifiquen un beneficio a la salud sin perder por ello la sensación placentera de comer. Debo decir sin embargo que muchos restaurantes convencionales poco a poco van cambiando conceptos, por ejemplo ofrecer panes integrales, con semillas, o verduras orgánicas en sus platos. Quizás les falta la base filosófica que mueve a una cocina alternativa, pero cualquier cambio positivo es bienvenido.


¿Qué hay que tener en cuenta para iniciarse en esta "tendencia saludable"?

Creo que para hacer un cambio controlado, con criterio, es interesante contar con asesoramiento dietético especializado en cualquier vertiente naturista. Sobre todo porque hay que saber porqué uno ha de hacer un cambio y cómo debe hacerlo. La información es fundamental.


¿Cómo se pueden reemplazar alimentos por otros más saludables?


Aún cuando no tengamos un amplio conocimiento podemos comenzar por pequeños cambios por ejemplo reemplazar los alimentos “blancos” (refinados) por sus alternativas integrales: arroz, pan, pasta, galletas. Y cuidado que tampoco hay que pasarse de la raya con el consumo de estos productos ricos en almidón porque aunque sean integrales los carbohidratos de este tipo son bastante adictivos. Otra sugerencia es disminuir el consumo de carnes rojas y aumentar el de pescado y proteínas vegetales como productos a base de soja, seitán y tofu.
Y uno que se debería desterrar de cualquier dieta es el azúcar. Por donde se mire es un producto que no aporta más que acidificación, subidas de insulinemia, sobrepeso, cansancio, y adicción. Si queremos endulzar algo podemos utilizar alternativas más naturales como la miel, los siropes de ágave o arce, las melazas de cereales, o tomar alimentos dulces naturales como la fruta.


Teniendo en cuenta que vivis en Europa. Esta tendencia que ocurre en nuestro país, se da a nivel mundial?


En Europa también hay diferencias dependiendo en qué país estés. Por ejemplo Francia, Alemania o Inglaterra están muy a la avanzada de estas vertientes, en España cuesta un poco pero cada vez somos más los que buscamos mejorar nuestra alimentación. Por ejemplo ahora mismo estoy copilotando la edición de la primera revista de cocina vegetariana de España donde damos cabida a todas las corrientes no cárnicas: macrobióticos, crudívoros, energéticos, veganos, ovo-lactovegetarianos…Además hay mucha gente joven que participará, nuevas generaciones de cocineros veggies, y todo con un estilo moderno, renovado. No más tópicos con este tipo de cocina.
En Argentina hay afortunadamente mucha movida naturista. Mis primeras maestras fueron Lila Bramanti y Berta Furer y de ahí se despertó mi interés por esta cocina. Siempre que voy intento comer en algún restaurante de comida vegetariana y no me decepcionan, además siempre hay mucho cariño detrás.


La tendencia que viene... lo que todavía no llegó a nuestro país.


Creo que lo que viene es la cocina “cruda” o “raw food” -y en Buenos Aires ya hay algo de ello que tímidamente funciona (supongo que por desconocimiento de la gente)- Y otra cosa que vendrá –y que he visto en Londres en algunos productos - es la calificación de los alimentos por su índice glucémico; contar calorías está pasando a la historia. En el índice glucémico lo que importa es la cantidad de insulina que se vierte en sangre después de consumido un tipo de alimento –hablamos de carbohidratos-. Si sube mucho, aumenta el nivel de azúcar en sangre, se dispara la glucosa y los excedentes se almacenan en las células grasas. Como siempre lo que importa es mantener un equilibrio en nuestra alimentación en lo que se refiere a hidratos de carbono, proteínas y grasas y cuidar la calidad de estos macronutrientes. No es lo mismo la mantequilla que un aceite de oliva de primera presión en frío, ni es lo mismo un plato de espinacas que un plato de espaguetis (y ambos son carbohidratos). Aquí lo que importa son las consecuencias hormonales de lo que comemos, ya no sólo es un campo del digestivo sino también del sistema endocrino y nervioso.
Y por último creo que lo que vendrá también es prestar atención a la relación de los alimentos y las emociones. La relación es muy estrecha, lo que comemos puede aumentar las penas o ayudar a disminuirlas, pueden estimularnos mentalmente o por el contrario sumirnos en la desconcentración y la apatía. Justamente de eso hablo en mi último libro “La cocina de la felicidad”, de cómo lo que comemos influye en nuestras emociones.



    Revista Venca. 2009


1.     ¿La forma en qué comemos es síntoma de nuestras emociones y de cómo nos sentimos?

Los alimentos, además de nutrirnos pueden influir en nuestras emociones. Algunos de ellos ayudan a que se liberen ciertas hormonas que pueden ser benéficas o perjudiciales para el organismo. Por ejemplo si estamos irritados, nerviosos o de mal humor nos beneficiará tomar alimentos que alcalinicen nuestra sangre como verduras y frutas maduras, y no quesos maduros, leche y carnes.

2.     ¿Qué alimentos nos pueden ayudar a ser más felices?

Yo siempre apuesto por alimentos frescos, biológicos, ricos en enzimas y micronutrientes. De esta manera además de evitar pesticidas, añadimos vitalidad y sustancias indispensables para el buen funcionamiento orgánico. Pero un punto indispensable es buscar el bienestar y utilizar a los alimentos de una manera responsable para conseguirlo; apliquemos la máxima: comer para vivir y no vivir para comer.


3.     ¿Hay alguno que sea especialmente beneficioso para evitar o superar el estrés?

En una situación de estrés no deberían faltar alimentos ricos en Omega 3 como semillas (calabaza, girasol, lino), ricos en vitaminas del grupo B (cereales integrales, levadura de cerveza), y ricos en el aminoácido triptófano (nueces, higos, plátanos).


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5.     El problema de mucha gente es que le cuesta mantener en el tiempo los buenos hábitos de alimentación ¿qué consejos les podrías dar?

Cambiar unos hábitos por otros es sólo cuestión de tiempo, hay que hacerlo con paciencia, de a poco, animarse a probar alimentos nuevos, a hacer mejores elecciones y sobre todo aprender a comer de manera diferente para no “sufrir” los cambios. Además hay que saber reconocer cuándo estamos comiendo inconscientemente para tapar otro tipo de agujeros que no tienen que ver con el estómago y buscarles la solución. Si quieres conseguir algún logro siempre has de mantener tu propósito en la mente y hacerlo cada vez más firme.


6.     ¿A quién va dirigido tu libro “La cocina de la felicidad”?

A todos! Es un libro ameno, en el que se comprende fácilmente algunos conceptos básicos. Creo que es importante primero dar la información –el conocimiento siempre te compromete- y luego apoyarlo con la parte práctica que es el recetario. Animo a todo el que quiera mejorar en cualquier aspecto, físico, emocional, mental, que lea el libro y ponga en práctica los consejos.


7.     ¿Tú misma has puesto en práctica tus consejos?

Sí, claro, además yo he sido una adicta a los carbohidratos y sé que con los cambios adecuados todo puede mejorar! Lo más espectacular es conseguir estar sin ningún interés delante de platos insanos por los que antes sucumbía. Y os prometo que se puede.